Emplazado en un grato rincón de la orilla izquierda del río Sia, alejado unos kilómetros de Gavín, se encuentran los restos del antiguo monasterio de San Pelay, recientemente descubierto y excavado (finales de 1997).
Datado en el siglo X-XI, presenta un estilo mozárabe o románico lombardo y románico pleno, según autores. Contemporáneo al Monasterio de San Pedro de Rava, en el valle de Broto, el monasterio parece ser abandonado en el siglo XVIII, convirtiéndose en una simple explotación rural.
Las excavaciones han revelado la existencia de dos iglesias, comunicadas entre sí por escalera y pasillo, una torre, un dormitorio y restos de otras dependencias monásticas.
Puede observarse la iglesia alta abovedada con ventanas abocinadas y un gran arco fajón sustentado en triple columna, el pasillo de unión con bóveda de cañón y puerta de acceso de herradura y unas escaleras de impecable factura.
La iglesia baja es un edificio de nave única, dividida en dos tramos por un arco fajón sustentado por triple columna y cubierta con bóveda de cañón que arranca de imposta.
La cabecera es semicircular, cubierta con bóveda de horno. Presenta dos vanos de medio punto abocinados, uno en la cabecera y otro en el sur.
El ábside tiene en el exterior una banda de arquillos ciegos, de los que se conservan cuatro. Para su conservación se ha construido un cobertizo y una valla que impide el acceso.
Accesos: Desde la carretera N-260 entre Biescas y Gavín, tomar el desvío hacía el camping poco antes de llegar a Gavín. Cruzar el barranco sobre el puente y seguir la pista indicada y en buen estado que conduce a las localidades de Barbenuta y Espierre. Tras recorrer unos 1.400 metros, se coge un desvío a la izquierda. Después de circular unos 1.700 metros, se abandona la pista y se toma un camino en dirección oeste, viéndose los restos del monasterio tras recorrer unos 500 metros.