En este sentido, el lenguaje audiovisual se convierte en un medio ideal para la transmisión de valores y hacer cine nos sirve como excusa para reflexionar sobre temas que nos preocupan y para fomentar y apoyar la creatividad de nuestros jóvenes.
Puede ser una manera de canalizar inquietudes, de aprender a disfrutar con el arte y en algún caso, porque no, puede despertar también el interés por una posible salida profesional en estos tiempos en los que manda la tecnología y el lenguaje audiovisual.