La nueva planta de compostaje de Grhusa, ubicada en el vertedero de Fornillos de Apiés, Huesca, ha sido inaugurada recientemente con una capacidad de tratamiento que triplica su anterior capacidad. Gracias a la implementación de tecnología de aireación forzada, ahora puede procesar hasta 6.600 toneladas de biorresiduos al año, frente a las 2.000 toneladas de la anterior planta.
Esta planta, que ha supuesto una inversión de 1.655.000 euros financiada principalmente por los fondos Next Generation de la Unión Europea, optimiza el proceso de compostaje al controlar parámetros clave, lo que mejora tanto la eficiencia como la calidad del compost. El compost generado se utilizará como fertilizante orgánico, contribuyendo a la economía circular.
La nueva planta de compostaje, además de mejorar el tratamiento de residuos orgánicos, también busca reducir el costo asociado al vertido de residuos al disminuir la cantidad de desechos enviados al vertedero, lo que podría traducirse en un ahorro significativo de 264.000 € en pleno rendimiento para los ciudadanos.
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